PEQUEÑ@S CHIC@S, GRANDES EMOCIONES
Cuidando nuestra autoestima: “El experto en…”
Como cada curso, una de las propuestas más importantes de trabajo con los "peques" es caminar junto a ellos en busca de una autoestima que no sea demasiado grande como para impedirnos ver nuestras limitaciones pero si lo suficientemente bien cuidada, como para aceptarnos, respetarnos y querernos a nosotros mismos
En efecto, sentirse a gusto con uno mismo es, probablemente, uno de los sentimientos más positivos que puede experimentar un ser humano. AYUDAR A NUESTROS PEQUEÑOS creando ocasiones en las que se sepan importantes para alguien, en las que se sientan “especiales”, miembros necesarios, escuchados, valorados y queridos por las personas que son importantes en sus vidas: sus padres, compañeros, maestros…les proporciona herramientas para reforzar ese grato sentimiento tan ligado a la autoestima.
Esta es la finalidad principal de una de las actividades posiblemente más arraigadas en las aulas de Educación Infantil: el famoso “Protagonista de la semana”. Por eso, durante el curso pasado, en nuestra clase de 4 años, a lo largo de cinco días, de lunes a viernes, un niño de la clase se convirtió en nuestro “protagonista” haciéndolo coincidir con la semana de su cumpleaños.
Esta actividad forma parte, junto a “ El Protagonista de la semana ” y “ El árbol genealógico ”, de un proyecto que comprende el ciclo completo de Educación Infantil y que se titula “AHORA SOY YO EL IMPORTANTE”. Está tomada de las propuestas que hacen en su libro “La Asamblea en clase” Mar Romera y Olga Martínez. Y como ellas mismas exponen: “¿Por qué ser importante? Podemos empezar diciendo simplemente que porque nos lo merecemos, argumentar como la autoestima ayuda a desarrollar todas las capacidades inherentes en los objetivos del currículo de infantil. Pero para no quedarnos cortos explicitaremos que sirve para:
- Tener un concepto claro de sí mismo.
- Valorarse como un ser único.
- Tener confianza en las propias capacidades y cualidades.
- Respetar las cualidades de los demás.
- Reconocer los propios gustos y preferencias.
- Saber lo que hace uno mejor y lo que hace peor.
- Tomar decisiones.
- Conocer a los demás.
- Tener persistencia en superar dificultades
- Estar contento de ser quién uno es.
- Decirse cumplidos a uno mismo y a los demás
. Aprender y enseñar cosas nuevas.
- Respetar y valorar a los demás.
-.Enriquecer las relaciones sociales.
- Sentirse feliz.
(…)”
En esta ocasión, ser “El experto en…” consiste en la exposición o demostración de algo para lo que el niño se ha preparado durante un tiempo. Así, puede aparecer un “especialista” en Planetas, en Dinosaurios, en recolección de aceite, en magia, en excursiones…que nos deleite con su intervención.
Este momento de pequeña gloria debe ser vivido sin presiones y sin bloqueos, con toda la emoción que se merece. Por eso se pide colaboración desde la familia para que sea el propio niño quién decida en que es experto o especialista, aunque ellos puedan animarle y ayudarle a organizar la información.
Después, en clase, coincidiendo con el día de su cumpleaños (en la medida de lo posible), podrá compartir sus “saberes” con el resto de sus compañer@s. Ese día en cuestión, vendrá vestido para la ocasión, traerá todo lo que necesite o estime oportuno y vendrá acompañado por sus seguidores incondicionales: su familia.
También nos expondrá su “Retrato”, que quedaremos expuesto en nuestro rincón de “El experto” hasta el siguiente niñ@ especialista.
Y ahora, permitidme que os muestre a algunos de los "peques" en acción. Aquí los tenemos:
CRISTIAN, nuestro experto en DINOSAURIOS
CARLOS, experto en TRACTORES
NORA, experta en padel.
CARLA, experta en EL CAMPO
PEDRO, experto en FUTBOL
ALBERTO, experto en COCHES DE CARRERA Y TODOTERRENOS
TODAS estas vivencias les ayudan a conocerse, a desarrollar su identidad; aprenden a aceptarse y a quererse; a manifestar confianza en sus propias posibilidades y valoran sus capacidades y limitaciones… Forman parte de su Educación emocional, actualmente considerada, al fin, como importante dentro de las propuestas educativas de las escuelas.
Y es que las competencias emocionales son una maravillosa herramienta personal para lograr mayores niveles de adaptación personal, familiar, social, académica, vocacional y profesional en su futuro. Por eso, merece la pena contribuir desde nuestras aulas a su desarrollo. Este es sólo uno de los múltiples ejemplos con los que trabajamos y llenamos el día a día en nuestro colegio.
Prometo continuar, junto con mis compañeras, mostrando algunas más.
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